dice el director del Cervantes parisino…
“Darío ya soñaba con París en su Nicaragua natal. Víctor Hugo y otros románticos, y los parnasianos, eran faros para él. Cuando cumplió al fin su sueño, frecuentó a parnasianos y simbolistas, siendo de gran importancia simbólica su breve encuentro con Verlaine”.

Según Bonet, “supo incorporar el bagaje de los nuevos poetas franceses a las letras hispánicas, tanto a través de su poesía como de su libro Los raros”, y “gracias a este creador errante y cosmopolita, frecuentador de Nueva York o Buenos Aires, la revolución modernista se propagaría por España y el continente americano”.

Referencia: El Nuevo Diario enlace