Dijo de Rubén Darío: “Fué, en lo mejor de los sentidos, un indio, un indio divino.
Jefe del modernismo por derecho propio; porque nadie como el – ni Marti, ni Guiterrez Najeram ni Silva- tuvo conciencia de su destino poético. El, si; el supo adonde iba y lo que creaba, y aunque no hubieran muerto tan pronto los premodernistas citados, el habría sido igualmente el jefe del Modernismo.

Dijo Darío de los padres de un niño, refiriendose a su propia infancia, que estos no eran los de la sangre, sino los del espíritu. Paralelamente, y por regla casi general, podemos afirmar que los verdaderos descendientes de un Genio, mas que los de la sangre, son los del espíritu, los que a su figura literaria o científica le prestaron toda su dedicación y tributo.
Estos son – y los que hay en América, en Europa, en Africa – los que han ido dando estatura y forma a Darío hasta llegar a este magnífico hoy, sazonado de frutos…”

Colaboración de: Evelyn Meneses (Houston, TX, USA)

JOSÉ ORTEGA Y GASSET

España (1883-1955), • Filósofo Liberal y Ensayista