Foto: Cortesia/END.

Por: Uriel Velásquez.

Hoy se conmemoran 150 años del nacimiento de Rubén Darío, pero expertos coinciden que en Nicaragua se estudia poco sobre él y su obra, o se aborda de manera muy subjetiva.

En estos días es más notoria la realización de homenajes, debates, murales, bailes, concursos y lecturas sobre Rubén Darío. Hoy se cumple un año más de conmemoración del natalicio del Príncipe de las Letras Castellanas. Sin embargo, algunos expertos consideran que en Nicaragua hay poco interés de los estudiantes hacia la obra del poeta modernista.

Alberto Ruiz, docente universitario de literatura, percibe que en las aulas “hay un desinterés general por Darío. No hay una apertura para ahondar sobre su obra más allá de lo que se les enseña en secundaria”.

El director del Departamento de Español de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), Roberto Aguilar, coincide con Ruiz en ese aspecto y agrega que cuando los estudiantes “vienen de la secundaria a la universidad hay una actitud de rechazo total o poco entusiasta a la obra de Darío”.

Cuando a los estudiantes se les pregunta sobre la obra de Darío, la mayoría con dificultad  se limita a mencionar “Azul”…, “Prosas Profanas” y “Cantos de Vida y Esperanza”. Según ellos no hay más, dicen los académicos.

En las clases de español y literatura de colegios públicos y privados del país, así como en las universidades, Rubén Darío es un tema de obligatorio abordaje. Sin embargo, los estudiantes prestan poca atención a los contenidos, a tal punto que “solo el 10% de ellos continúa leyéndolo y analizando su obra después de pasar la clase. Son muy pocos los que le toman gusto”, refiere Aguilar.

Eso fue lo que le pasó a Jessica Vallecillo, una estudiante de derecho de la Universidad Centroamericana (UCA), quien reprobó la clase de literatura que había inscrito como electiva, por no entregar un ensayo crítico sobre uno de los poemas de Rubén Darío.

“No le entendía nada. La verdad, Darío me resulta aburrido, pero eso no le quita el mérito de ser el gran escritor que es”, confiesa la joven de 19 años.

Este tipo de posturas no sorprenden al profesor Ruiz y afirma que son muy recurrentes no solo en los estudiantes, sino en la mayoría de la población.

“Muchos tienen una postura linda sobre Rubén: es el Padre del Modernisno, el Príncipe de las Letras Castellanas y un orgullo para Nicaragua, pero en la práctica vemos que ni siquiera lo conocen”, afirma  Ruiz, quien lleva más de 20 años impartiendo la materia en diferentes universidades.

“Todo el mundo lo ama, pero nadie lo ha leído. Todos compartimos ese sentido patriótico por Rubén, pero un extranjero lo conoce más que un nicaragüense”, dice Roberto Aguilar.

Muy poco estudio

En el plan de estudio de secundaria de los colegios públicos del país, el estudio sobre la vida y obra de Rubén Darío inicia desde el primer semestre del primer año, pero es hasta en cuarto año cuando ahondan en el modernismo.

En el caso de la UNAN-Managua, hay una asignatura que se llama Cátedra de estudios rubendarianos, pero en la mayoría de los casos, quienes optan por ella son los estudiantes de letra o carreras asociadas a la comunicación. La asignatura está compuesta por 60 horas  de clases en un semestre.

Para incrementar el interés y el estudio de los nicaragüenses hacia Rubén Darío, Roberto Aguilar, director del Departamento de Español de la UNAN-Managua, considera que es necesaria la apertura de un instituto de estudios darianos o un centro de investigación apoyado por el Estado y el sector privado.

“Hace falta inversión. Rubén Darío es el principal santo patrono de la cultura nacional, pero son muy pocas personas las que se dedican a estudiarlo a profundidad. Hacerlo daría la oportunidad de que conozcamos la riqueza de su figura. Es necesario realizar más ediciones de textos, conferencias, pero sobre todo, investigación. Quizás así se puede hasta organizar de una vez por todas las obras completas de Darío, ya que aún no se sabe cuántas en realidad son”, explica Aguilar.

El año pasado el Gobierno de Nicaragua declaró el 2016 como el año para conmemorar del centenario del fallecimiento de Darío. Como parte de la celebración estudiarían el legado del poeta en todo el sistema educativo, que incluye universidades, escuelas técnicas, escuelas de formación docente, institutos de secundaria, primaria, preescolar.

“Hay mucha subjetividad en el estudio de la obra dariana, es meritorio lo que han hecho estudiosos extranjeros, pero incrementar el estudio de Rubén Darío es tarea de nosotros los nicas, no tenemos que esperar que otros lo hagan”, comenta Roberto Aguilar.

Facetas

Rubén Darío, cuyo nombre de pila es Félix Rubén García Sarmiento, no solo es el famoso poeta. Fue diplomático, funcionario de aduanas, también periodista, en lo cual deslumbró y revolucionó. “Son facetas que también deberían ser estudiadas y conocidas”, opina el profesor Ruiz.

En su libro Rubén Darío el periodista, el fallecido escritor Julián González Suárez, destaca que es difícil, sino imposible, deslindar las fronteras entre la actividad creadora del poeta o el escritor y la del periodismo.

Muchos escritores ejercieron el periodismo, ya sea como fundadores de medios escritos, colaboradores o redactores, entre ellos Rubén Darío, “el más grande de todos”, destaca González en su libro.

El autor explica en su texto que del ejercicio del periodismo nace la crónica modernista, con la diferencia que se hacía como un pretexto para crear literatura. Con Darío “el auge del periodismo crea una nueva necesidad, y esa necesidad un nuevo género”, escribió Julián González Suárez.

LEER EL ARTÍCULO COMPLETO | Fuente: El Nuevo Diario

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