Para contribuir a un inventario básico de los manuscritos originales de Rubén Darío —tarea aún pendiente— elaboro la lista adjunta, en la que refiero los existentes en seis países desde hace más de 60 años. Pero faltan otros muchos.

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En Estados Unidos

I. En la Biblioteca del Congreso, Washington D.C., se encuentran 27 de los originales de Cantos de vida y esperanza (1905), donados por Juan Ramón Jiménez —a quien los obsequió Darío por cuidar la edición— en 1949. Se reprodujeron en Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano (núm. 127, febrero, 1971) y los analizaron en un libro ocho catedráticas argentinas, encabezadas por I. Rossi de Fiori (Salta, 1993).

II. En la Hispanic Society of America, New York, se halla el original manuscrito de Pax, (1915), el último gran poema de Rubén. Este se lo regaló a Salomón de la Selva, quien a su vez lo donaría el mismo año a Mr. Archer M. Huntington, fundador de la Hispanic Society of America. El norteamericano Theodore S. Beardsley realizó un análisis de ese poema, reproducido en Estudios sobre Rubén Darío (México, 1968).

III. Otro manuscrito en Estados Unidos, pero no en versos, sino en prosa, es el capítulo I de la tercera parte de la novela de Darío, El oro de Mallorca (1913); consta de 19 páginas escritas de puño y letra de su autor. Puede consultarse en la Sección de Raros de la Biblioteca de la Universidad de Illinois.

Fue reproducido y estudiado por el investigador norteamericano Iván Schulman. (Véase Boletín Nicaragüense de Bibliografía y Documentación, Managua, Biblioteca del BCN, núm. 124, julio-septiembre, 2004).

IV. Una carta autógrafa en inglés, dirigida por Darío al poeta británico Charles Algernon Swinburne (1837-1909), fechada en Buenos Aires el 9 de febrero de 1897. La reproduce y estudia el catedrático español José María Martínez en su colección de ensayos Rubén Darío. Addenda (2000). Se conserva en el Harry Humanities Research Center de la Universidad de Texas, Austin.

V. Manuscritos de dos poemas: uno incompleto (“Epístola”), otro muy breve (“Venecia”), y ambos inéditos, fueron descubiertos en 1999 por el bibliotecario David Shitesel en Widemer, Harvard Univerity (Boston), paleografiados y difundidos por Julio Valle Castillo en Nuevo Amanecer Cultural (15 de enero, 2000).

VI. Manuscritos de 14 cartas de Darío a su amigo el uruguayo Julio Piquet. Fueron adquiridas por el Boeckman Center for Iberian and Latin American Studies de la University of Southern California y publicadas seis de ellas, facsimilarmente, en Cartas desconocidas de Rubén Darío (tres ediciones: 2000, 2002 y 2004), introducción, selección y notas de Jorge Eduardo Arellano.

En España

VII. En el Seminario-Archivo Rubén Darío de la Universidad Complutense, Madrid, se conservan (dentro de la carpeta 6) manuscritos originales de unos 10 poemas completos (entre ellos el “Poema del otoño”, “Del trópico”, “Desde la Pampa”) y otros incompletos. Estos fondos (que suman 4,514 piezas e incluyen cartas manuscritas de Darío y respuestas de sus destinatarios, su correspondencia diplomática, fotografías, tarjetas de visitas, recibos, etc.) proceden de los papeles que dejó a su compañera Francisca Sánchez. Existe un inventario impreso de esas piezas: Catálogo-Archivo Rubén Darío, elaborado por Rosario M. Villacastín (1987). Muchas de esas piezas han sido reproducidas en sus respectivas obras por los españoles Dictino Álvarez y Antonio Oliver Belmás.

VIII. En la Real Academia Española, Madrid, existe el manuscrito original de “Canción de otoño en primavera” (“Juventud, divino tesoro…”). Fue cedido a la RAE por el doctor Gregorio Marañón (1887-1960), a quien se lo había obsequiado Juan Ramón Jiménez.

IX. Manuscritos de tres poemas inéditos (uno de ellos esotérico: “La Serpiente”). Los custodia el primogénito del diplomático cubano que vivió casi siempre en España: Manuel Serafín Pichardo (1863-1937). Fueron transcritos y publicados por el dariísta español Luis Sáinz de Medrano.

En Chile

X. En el Archivo del Escritor, de la Biblioteca Nacional, Santiago de Chile, existen manuscritos de poemas importantes de Darío, especialmente el “Canto a la Argentina”, escrito a lápiz, que consta de 1,001 versos. Con las restantes piezas (cartas a y de Darío) se microfilmaron. Günther Schigalle en Alemania y el IHCA en Managua guardan las películas de ese fondo, donado por el amigo y editor de Darío, Alberto Ghiraldo, a principios de los años 40 del siglo XX. Jorge Eduardo Arellano posee facsímil del “Canto a la Argentina” (es decir, de su original).

XI. Entre otros manuscritos en manos privadas (como el de un poema inédito que posee el empresario Ricardo Claro), los descendientes de Isolina Valín de Charpentier poseen el de otro poema desconocido —fechado en Valparaíso, 8 de agosto, 1888—, publicado en la Revista Nacional de Cultura (Caracas, 1967).

En Argentina

XII. El manuscrito de “Marcha triunfal” —de cuatro páginas, obsequiado en 1921 por el doctor Prudencia Plaza a la señorita Luisa Pichardo Mateah— lo atesora el Museo de la Sociedad Argentina de Escritores en Buenos Aires. Lo ha reproducido y estudiado el dariísta argentino, en un folleto, Pedro Luis Barcia.

En Ecuador

XIII. Carlos Rodríguez, exdiplomático ecuatoriano en Nicaragua, posee el manuscrito original del poema de álbum A Rosita Sotomayor, reproducido facsimilarmente en su libro Ecuador y Nicaragua: vínculos histórico-culturales (2002, p. 119). El poemita data de París, 1902. Fue escrito en el álbum de la señorita Sotomayor. El hijo de éste, Alfredo Baquerizo Sotomayor, aún lo conserva.

En Nicaragua

XIV. En el Museo y Archivo Rubén Darío de León se localizan, al menos, una decena de manuscritos originales. Uno de los primeros recibidos en donación fue “La profecía de Horacio (Al amigo Dr. Ramírez)”, de 1885. Otros se insertan en los álbumes de Josefa Dubón y Margarita Debayle. Dos corresponden a cartas (una dirigida por Darío a Juan de Dios Vanegas, la otra a Francisco Buitrago Díaz).

El Museo y Archivo con el CIRA editaron 15 Nuevos poemas inéditos (junio, 2004), paleografiados por Jorge Eduardo Arellano, dos de ellos difundidos anteriormente en La Prensa Literaria del 12 de abril de 1997. Uno de ellos se tomó del reverso de una fotografía de Darío y de J.M. Pacheco, autografiado y datado por su autor en San Salvador-noviembre 1ro de 1889 y fue obsequiado —su fotocopia— por el salvadoreño Carlos Cañas-Dinarte. Otros proceden, al parecer, de una maleta dejada por Darío en Guatemala a un conductor de automóvil, cuya hija los vendió al extinto Banco de América a finales de los años 70.

Don José Jirón Terán (1916-2004) recibió una docena de manuscritos —algunos de Prosas profanas— procedentes de esa maleta. Por lo demás, cuatro o cinco bancos privados y más de 20 coleccionistas poseen manuscritos, borradores, segundas versiones, copias aposterioris, etc., de poemas de Darío, algunos no incorporados a sus Poesías completas.

 

Cortesía: El Nuevo Diario