Por: Armando Vargas Araya.

Un notable galardón para el polígrafo Jorge Eduardo Arellano, insigne representante intelectual de Nicaragua y de Centroamérica, ha sido su Presidencia Honoraria del Congreso Internacional Rubén Darío “La sutura de los mundos”, reunido en Buenos Aires, Argentina, del 7 al 10 de marzo de 2016.

La sala del Teatro Margarita Xirgu resonó cuando el rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), Aníbal Y. Jozami, lo distinguió como “el más prolífico erudito de nuestros tiempos en la obra de Rubén Darío”.

Unas 800 personas participaron en las variadas actividades del mayor cónclave multinacional en este centenario de la muerte del bardo, el cual concentró a investigadores de 53 instituciones académicas, procedentes de 14 países desde Australia y Japón, Brasil y México, hasta España y Estados Unidos.

Las nuevas teorías literarias –posfilología y diagramatología incluidas– fueron aplicadas eficazmente por numerosos expositores en las dos conferencias magistrales y las 99 ponencias ofrecidas en 33 sesiones plenarias, mesas redondas y simposios. El resultado fue, en verdad, la liberación de Darío del modernismo decimonónico y su posicionamiento como autor moderno: un poeta, narrador, ensayista y periodista para la niñez y la juventud del siglo XXI. La memoria del Congreso Internacional será un documento de referencia indispensable.

El director del Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados de la Untref, Daniel Link, con fundamento en el examen estricto de la obra dariana de Arellano, presentó al sabio nicaragüense a título de “formador de la tribu de dariístas de hoy y del porvenir”. La comunidad académica de América, Asia y Europa, dijo Link, reconoce su capacidad de crítico y ensayista; su trabajo insuperable como filólogo dariano en la edición crítica de textos del bardo; asimismo, su labor como incansable organizador de jornadas y coloquios, además de editor de constantes volúmenes colectivos.

El ilustre nicaragüense abrió el Congreso Internacional con su muy aplaudida disertación “Rubén Darío transatlántico”.

El enaltecimiento de Arellano, y a través de su persona la elevación de Nicaragua y Centroamérica, puede que se lea fácil en Managua, Tegucigalpa o San José. Pero ciertamente constituye un hito en la historia de las relaciones culturales interamericanas. Nunca antes se había rendido en la Argentina un homenaje comparable a los méritos científicos de un estudioso centroamericano. También es, claro está, un reconocimiento a la noble misión que lleva adelante en la Academia Nicaragüense de la Lengua, la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua y otras instituciones de bien público.

El doctor Arellano recibió sendas distinciones como personalidad cimera en dos proyectos de la Década Dariana lanzada por la Untref en el Congreso Internacional. Primero, la organización de un archivo centralizado en línea, que ponga a disposición en un solo portal de internet accesible a todos, la obra dariana digitalizada en cualquier institución y país del mundo. Segundo, la edición crítica de “Obras completas” de Rubén Darío en 20 tomos, que se publicarán entre los años 2017 y 2026, a cargo de un consejo científico y un elenco de eruditos.

La Untref designó a Arellano presidente honorario del proyecto de las “Obras completas” porque, a juicio de Rodrigo Caresani, académico del Instituto de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Buenos Aires (UBA), “es el máximo conocedor, analista y divulgador de la obra de Rubén Darío; el mayor y más dedicado filólogo dariano; el estudioso dariano de mayor influencia en la crítica contemporánea”.

Por Nicaragua también participaron las doctoras Julia Medina, catedrática de la Universidad de San Diego, California, cuyo título de su ponencia fue “Modernismo nomádico y las últimas gestas de Rubén Darío”; Alba Aragón, quien enseña en Boston y analizó los 48 números de la revista Elegancias dirigida por Darío; y María Augusta Montealegre, cuya tesis doctoral defendida en la Universidad de Salamanca, España, “Ideas estéticas y políticas de las vanguardias en Nicaragua (1918-1933). Salomón de la Selva y el autodenominado Movimiento Nicaragüense de Vanguardia”, se publicará pronto en Managua.

El poeta Víctor Manuel Ramos Rivera representó a la Academia Hondureña de la Lengua con una sugerente ponencia sobre Rubén Darío y su conocimiento de la música.

Costa Rica fue representada por el que suscribe esta nota de prensa, miembro de la Academia Costarricense de la Lengua, quien se complace en compartir fraternalmente con los nicaragüenses y los centroamericanos la satisfacción de haber sido testigo de los honores conferidos al señor don Jorge Eduardo Arellano.

 

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