(Foto: Rubén Darío Basualdo y su esposa María Martha Lacayo Rosales, Marta Eloisa, Stella Regina, Rubén, Carla Isabel y Sandra Eugenia Darío Lacayo.) Cortesía: END.

Por: Roberto Sánchez Ramírez.

El poeta pregunta por Stella.

Rubén la había conocido de niña, cuando vivió en León, con sus padres Álvaro Contreras Membreño y Marcela Cañas Hidalgo. Pero cuando el poeta llegó a El Salvador, llevaba una carga perturbadora de su relación con Rosa Emelina Murillo Rivas. Rafaelita Contreras Cañas fue un consuelo para el joven Darío, una intelectual que firmaba con el seudónimo de “Stella”.

Contraen matrimonio civil el 21 de junio de 1890, en El Salvador. En Guatemala es el religioso, el 11 de febrero de 1891. Rubén Darío Contreras nació en San José, Costa Rica, el 26 de enero de 1893. Rafaelita fallece el mismo año, en El Salvador. El niño pasa a vivir con su tía Julia Contreras y su esposo Ricardo Triguero. Participó en el cuido su abuela Rosa Sarmiento, con el cariño que no le dió a su hijo. Gracias a la posibilidad económica de los Triguero-Contreras, Darío Contreras viajó a Europa, estudió en conocidos colegios en Inglaterra y España. Vió algunas veces a su padre, quien le obsequió la foto con el traje que lució en la corte del Rey Alfonso XXIII. Conoció a Francisca Sánchez del Pozo y después a Rosario Emelina Murillo Rivas. Inicio estudios de medicina en la famosa universidad de Heidelberg y se graduó de médico en la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

El 24 de enero de 1918, Darío Contreras contrajo matrimonio con Eloísa Regina Basualdo Vignolo, procreando a Stella Teresa, Eloísa Virginia y Rubén Ricardo, quienes nacieron en Argentina. El primogénito de Rubén desempeñó importantes cargos diplomáticos en el gobierno de Nicaragua. Falleció el 11 de enero de 1970. Está sepultado en el cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires, junto a los restos de su esposa Eloísa Regina. Sus hijas Stella Teresa y Eloísa Virginia formaron familias en el exterior. Ya fallecieron.

Rubén Darío Basualdo realizo estudios de derecho. Además de diplomático, fue docente universitario. Fui su alumno en 1963, en la facultad de Derecho de la Universidad Centroamericana. Vivía en Diriamba, con su esposa María Marta Lacayo Rosales, con la que contrajo matrimonio religioso el 27 de agosto de 1954. Procrearon a Marta Eloísa, Stella Regina, Rubén, Karla Isabel y Sandra Eugenia. Falleció el 23 de marzo de 1994, en Diriamba. Fue sepultado en el cementerio general de Managua.

Las cuatros bisnietas de Rubén Darío residen en el exterior, donde han aumentado la descendencia del poeta. En Nicaragua vive Rubén Darío Lacayo, padre de dos progenies, una con Sandra Patricia Jinesta Rodríguez y otra con Maria Isabel Velásquez Cajina. Es un estudioso e investigador de la vida y obra de su bisabuelo. Ha hecho una excelente recopilación de documentos que ya son materia de consulta.

 

El niño de la “Garza Morena”

Fue el amor de su juventud, “La Garza Morena”. Un amor escabroso, cargado de frustaciones y desilusiones, interrumpido por el matrimonio con Rafaelita Contreras Cañas. Sin embargo, apenas dos meses de fallecida ella, Rubén Darío se casó, el 8 de marzo de 1893, con Rosario Emelina Murillo Rivas, bajo la amenaza del hermano Andrés.

Poco tiempo convivió la pareja. En abril de 1893 se separaron en Panamá. Él partió hacia Argentina, ella regresó a Nicaragua embarazada. El 26 de diciembre de 1893 nació el niño Darío Darío Murillo. Se conoce la versión que la abuela, Mercedes Rivas de Murillo, cortó el cordón umbilical con una tijera oxidada o sarrosa. Lo cierto es que él murió de tétano, poco después.

La noticia de la muerte del niño apareció en El Centinela, un periódico que publicaba José María Moncada Tapia, cuando todavía no era general. Dice la nota: “El primogénito del insigne poeta Rubén Darío, gloria de las letras hispanoamericanas, ha muerto. Voló el ángel que hubiera sido el encanto de su hogar, sin que su padre, ese predilecto del genio, errante por el mundo, haya recibido el último suspiro de su tierno corazón. Su madre, desolada y triste, lejos, muy lejos del compañero idolatrado de su vida, llora llena de dolor y pena. Sentimos el desgraciado acontecimiento y les enviamos las muestras de nuestro pesar”.

En una entrevista, Rosario Emelina atribuyó la muerte del niño al fracaso de su matrimonio con Rubén. La realidad histórica es otra. Al parecer el niño fue bautizado y es posible que haya sido sepultado en el cementerio de San Pedro. Se ignora si los restos fueron trasladados a un nuevo cementerio, conocido como Occidental o Central. En la cripta de la familia Murillo-Rivas, actualmente en abandono y deteriorada, grupo 28, lotes del 1 al 8, clase primera, no hay ninguna placa con su nombre. Entre los restos sepultados, están los de Andrés y de su hermana Rosario Emelina, fallecida el 23 de junio de 1953. Igual que Francisca Sánchez del Pozo, murió de cáncer.

 

El nieto de Darío vive en Managua

Por más de quince años convivieron Rubén Darío y Francisca Sánchez del Pozo. En abril de 1900 nació Carmen, fallecida de viruela en marzo de 1901. En abril de 1903, Rubén, a quien su padre llamó “Phocas el campesino”, dedicándole un poema. Murió de bronconeumonía el 10 de junio de 1905. Sus restos reposan en el cementerio de Navalsauz, Ávila.

El 2 de octubre de 1907 nació en Paris el otro Rubén, conocido como “Güicho”. Fue educado en colegios de Francia y España. Su padre lo declaró heredero universal. Tenía 8 años. En 1923 logró venir a Nicaragua, en compañía de su madre, doña Paca y el esposo de ella, José Villacastín. A los 23 años embarazó a su hermanastra Rosario Villacastín. En 1930 nació Rubén Darío Villacastín.

El nieto de Rubén Darío se casó con Cruz Mary Rey. Estuvieron en Nicaragua, en septiembre de 1996. Para entonces tenían un hijo, Rubén Darío Rey, que trabajaba en el canal 5 de la televisión de España, y una hija, Cruz Mary Darío Rey. Darío Villacastín falleció a la edad de 81 años, en marzo de 2011, en Villarejo del Valle, Ávila, en la Sierra de Gredos, España. Fue varios años funcionario del Ministerio de Cultura de España.

 

Los Darío Sánchez

Güicho regresó a Nicaragua. El 5 de diciembre de 1933 contrajo matrimonio religioso con Cecilia Salgado Dubón, en León. Uno de sus padrinos fue el doctor Luis H. Debayle, el gran amigo de su padre. En el acta no cuenta de quién era hijo. Procrearon a Elena Argentina, a Rubén Benito y Salvador del Carmen. Ella se casó con Ildefonso Solórzano, tuvieron a Ildo Sol Darío. Rosa Argentina y su madre, Cecilia, ya fallecieron.

El recuerdo que se tiene de Güicho, es que fue un hombre bueno y sencillo, sin pretensiones literarias. Intrigas y ardides abogadiles no le permitieron disfrutar de la herencia de su padre. Enfermó de tuberculosis, estuvo bajo tratamiento en Costa Rica. Viajó a México tratando de solucionar los derechos de la obra de Rubén y no tuvo apoyo porque el embajador de Nicaragua era Andrés Murillo Rivas. Falleció el 22 de julio de 1948. Se desconoce dónde quedaron sus restos.

Rubén Benito se casó con Sandra Hernández Meza. Tuvieron a Carmen Cecilia y Gabriela Lucia. La primera tiene una hija de nombre Cecilia Alejandra Cajina Darío y la segunda a Gabriel Rubén Darío Hernández y Kamila Lucía Vado Darío. Rubén Benito estuvo en España. No pudo conocer a su abuela por haber fallecido el 6 de agosto de 1963. Pudo estar con los Villacastín. Carmen, la periodista y escritora, vendrá pronto a Nicaragua para presentar la obra “La princesa Paca”.

Rubén Benito es abogado y notario, egresado de la Universidad Centroamericana. Reside con su familia en la colonia Maestro Gabriel, en Managua. Desde hace 35 años labora en el Ministerio del Trabajo, donde devenga un modesto sueldo. A sus 73 años no se ha podido jubilar para no menguar sus ingresos.

 

Cortesía: El Nuevo Diario enlace

Genealogía